A manera de introducción el instructor detalló la importancia de poner manos a la obra en el tema del medio ambiente, de ser responsables en el uso de los recursos naturales, el manejo de los desechos orgánicos e inorgánicos, la contaminación en todas sus modalidades y la conservación de la biodiversidad y exhortó a los presentes a reciclar y reutilizar tanto como sea posible.
El Día Mundial de la Madre Tierra se instauró en 2009 por las Naciones Unidas con la intención de promover la armonía con la naturaleza y el planeta, así como para crear una conciencia común ante los problemas ambientales y fomentar la educación ambiental.
Más de una veintena de personas acudieron al llamado y muy atentos tomaron nota. El cultivo del Bonsai inició en China pero se perfeccionó en Japón y fue traído a México durante en la última fase del Porfiriato, tiempo en el cual tomó gran relevancia. Fue Tsasugoro Matsumoto quien se encargó de cuidar los jardines del Castillo de Chapultepec.
El primer paso para esta tarea, fue seleccionar la maceta correcta y el tipo de árbol que se va a trabajar; un bonsái no es una planta genéticamente empequeñecida, se mantiene pequeña dándole forma, podando el tronco, las hojas y raíces, dependiendo de la especia. Si se cultiva adecuadamente sobrevivirá el mismo tiempo que un árbol normal de la misma especia y cumplirá con su ciclo de vida, de no ser bien cuidado probablemente morirá.
Después de limpiar sus raíces se debe colocar en la maceta donde fue colocado un trozo de malla de mosquitero para evitar que por los orificios que tiene se pierdan los nutrientes que posee el sustrato, es decir la mezcla de tierra negra, tierra de hoja y arenilla de tezontle. El riego siempre debe ser por absorción y la fronda con un atomizador.
Cabe señalar que los bonsái pueden ser de tres tamaños: 50 centímetros, un metro y metro y medio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario